Tratamiento
La mpox desaparecerá por sí sola con el tiempo. Si bien no existe un tratamiento oficial para la mpox, hay medicamentos que te pueden recetar, como el tecovirimat / Tpoxx, para controlar cualquier molestia que sientas, ya que la mpox puede ser bastante dolorosa.
Vivo con el VIH
Las personas con VIH están sobrerrepresentadas en los casos actuales de mpox. No está claro si tener VIH aumenta la probabilidad de contraer mpox cuando se está expuesto. Sin embargo, sí sabemos que las personas que no están suprimidas viralmente (o están inmunocomprometidas) tienen un mayor riesgo de contraer una mpox severa y de morir si la contraen.
Las personas que reciben un tratamiento antirretroviral eficaz y cuya carga viral está suprimida pueden pasar por el mismo transcurso de la enfermedad que una persona que vive sin el VIH.
Si vives con VIH, independientemente de tu función inmunológica, mantente en contacto con tu proveedor de atención médica y consulta regularmente si tienes mpox. Si te sientes particularmente mal y/o experimentas síntomas graves y/o dolor (especialmente en la zona del trasero), es importante que busques atención médica lo antes posible.
Recomendamos que todas las personas que viven con VIH se vacunen para protegerse contra la mpox.
¿Quién se ve más afectado?
La mpox puede afectar a cualquier persona, pero el brote mundial actual está afectando de manera desproporcionada a los HGB (hombres gay, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres). Comúnmente se transmite a través del sexo debido al contacto piel con piel y por el intercambio de fluidos corporales como la saliva y el semen.
Las lesiones cutáneas pueden estar ocultas o no notarse de inmediato, por lo que es posible que las personas no se den cuenta de que tienen mpox y aún así tener la infección. También ha habido algunos casos que no presentan síntomas en absoluto.
Los HGB a menudo forman parte de redes sexuales estrechamente conectadas dentro de una comunidad relativamente pequeña. Muchos casos de mpox entre HGB se identificaron temprano gracias a una fuerte conciencia y vigilancia en torno a la salud sexual, algo en lo que se destacan nuestras comunidades. El monitoreo continuo de los síntomas y la búsqueda de asesoramiento médico cuando aparecen los síntomas son clave para protegerse mutuamente.
Es esencial que las conversaciones sobre mpox y HGB nunca sean estigmatizantes. Es muy fácil asociar juicios morales a la forma en que se propagan las infecciones, pero nadie debería tener vergüenza de contagiarse de mpox y tomar medidas para evitar transmitirla es simplemente ser responsable. El estigma solo dificulta las cosas al desalentar a las personas a acceder a la atención médica que necesitan. Nuestro enfoque debe estar en la atención, no en la culpa.